La conocida como “fatiga pandémica” es uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos en la llamada “nueva normalidad”. Según los últimos estudios, la crisis de la Covid-19 ha creado más incertidumbre y miedo, provocando el aumento de la irritabilidad y los sentimientos depresivos.
Esta situación ha hecho que, ahora más activamente que nunca, los consumidores tengan como prioridad rodearse de estancias acogedoras en las que sentirse seguros y protegidos.
Para lograrlo, elegir bien los materiales es un paso fundamental, ya que el tacto y el impacto visual de las superficies es lo que une los diferentes elementos decorativos y aporta armonía al espacio.
Por eso, durante los próximos meses emergerán algunas tendencias comunes a la mayoría de los estilos decorativos:
- La madera como elemento principal.
- Combinación de materiales.
- Vínculo a la naturaleza.
La madera como elemento principal
No es casualidad que este material esté cada vez más presente en todas las estancias de la casa, desde comedores y dormitorios a baños y cocinas. Y es que, la madera es la base de la que parten casi todos los estilos decorativos para construir un espacio acogedor.
Así, las maderas viejas, con imperfecciones y marcas de uso, o los elementos reutilizados, activan la sensación de nostalgia que, a su vez, genera un sentimiento acogedor.
Mientras, la madera sin tratar de los espacios rústicos, con sus detalles vivos, nudos y catedrales, ayuda a crean estancia cómodas y reconfortantes.
Por su parte, las maderas lineales, con superficies más homogéneas y tranquilas ayudan a generar calma y sosiego. De esta forma, convierten espacios como el baño, el dormitorio o un rincón del jardín en refugios para mejorar el equilibrio entre la mente y el cuerpo.
Combinación de materiales
Aunque la madera sea el material estrella, se puede combinar con otras opciones para crear estancias aún más acogedoras.
Añadir otros elementos, como la cerámica, el mármol o el cemento, evita sobrecargar los espacios de madera. Integrándolos en objetos, paredes y suelos, estos materiales ayudan a imprimir la personalidad de sus habitantes en toda la estancia.
Además, primando colores tierra y rojizos, el cemento, la madera y la cerámica apelan al mundo artesanal, otra de las tendencias más demandadas por los consumidores.
De igual manera, diseños que remitan a textiles como el lino, proporcionan una mayor calidez al ambiente. Tanto por su color como por su textura, ayudan a mejorar el bienestar emocional.
Vínculo a la naturaleza
Todos estos elementos tienen una cualidad en común: refuerzan nuestro vínculo con la naturaleza, evocando la relación entre el ser humano y su “yo” más salvaje.
Por eso, son tendencia los materiales que remarcan las imperfecciones naturales y los elementos que hacen único a cada material.
Detalles como las marcas en la madera natural, las distintas texturas artesanales de la cerámica o la corrosión en materiales que imitan el metal potencian la sensación de paso del tiempo y el sentimiento de nostalgia.
En un contexto de movilidad reducida, reflejar estos nexos en la vivienda es lo que permitirá a sus habitantes sentirse cómodos y protegidos.